Lic. José Ml. Feliz Echavarria |
La juventud dominicana encamina el reto de llevar a nuestra sociedad por lugares pulcros y la preservación de los valores éticos y morales. Tengo la seguridad que los jóvenes dominicanos poseen las aptitudes necesarias para hacerlo, desarrollando proyectos capaces de resolver los problemas sociales, individuales y/o colectivos dentro del contexto global y local de nuestra nación. La política dominicana ha sufrido cambios durante más de 50 años que ha llevado a implementarse programas, proyectos y metodologías de intervención social, en la búsqueda de respuestas a las problemáticas más urgentes durante las últimas décadas.
En los tiempos actuales de integración económica, de fortalecimiento de los sectores económicos de servicios y de decreciente inversión social estatal, es mucho más complejo que el de antaños. En un principio, la juventud carecía de motivación que necesitaba de profesionales capacitados. La República Dominicana, al igual que otros países de América Latina y del Caribe, asiste hoy a un resurgimiento de la participación de los jóvenes en general, producto de la necesidad de encontrar nuevas respuestas ante una realidad que se presenta compleja y en permanentes y acelerados cambios.
La juventud enfocada a la ética del compromiso social, y que desde una postura crítica e innovadora, y apegada a los valores, sean capaces de aplicar los conocimientos y técnicas de intervención social fundamentales en los diferentes contextos y escenarios sociales. Ellos deben ser un agente de cambio que estará llamado a jugar roles importantes en su ámbito social para participar en procesos de intervención comunitaria o de diseño y ejecución de políticas sociales.
Por último, siento y estoy plenamente seguro que es un deber para la juventud el promover la facultad de autodeterminación, adaptación, descubrimiento y desarrollo de las personas, con la finalidad de que estas puedan alcanzar enteramente sus objetivos en el mañana.
0 comentarios:
Publicar un comentario